El Banco de Alimentos High Plains y Catholic Charities se preparan para una posible pausa en el programa SNAP

AMARILLO, Texas (KEYU) - Mientras continúa el cierre del gobierno, las organizaciones sin fines de lucro del área de Amarillo están trabajando para llenar el vacío.
El Banco de Alimentos High Plains y Catholic Charities of the Texas Panhandle están experimentando un aumento en la demanda durante el cierre.
Las autoridades se están preparando para posibles interrupciones en los programas de asistencia alimentaria.
El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido como SNAP, ayuda a los hogares de bajos ingresos a complementar su presupuesto para comestibles, de modo que puedan comprar los alimentos nutritivos necesarios para una buena salud y bienestar.
Aunque la financiación para octubre está asegurada para los beneficiarios del programa SNAP, las autoridades afirman que, si el cierre se prolonga hasta noviembre, dichas prestaciones podrían suspenderse.
El director ejecutivo del Banco de Alimentos de High Plains, Zack Wilson, afirma que la organización ya se está preparando para esa posibilidad.
“En el Panhandle de Texas, todo el mundo se une, todo el mundo da un paso al frente, todo el mundo se apoya mutuamente, y sabemos que eso es lo que va a pasar aquí,” dijo Wilson. “Incluso si el cierre del Gobierno se prolonga hasta la semana que viene, sabemos que podremos ayudar a responder a esa situación.”
El equipo ha estado almacenando alimentos para asegurarse de que nadie en la región pase hambre, incluso si las prestaciones de SNAP se suspenden temporalmente.
Wilson afirma que el Programa de Alimentación para Adultos Mayores y el Programa de Asistencia Alimentaria de Emergencia seguirán funcionando con normalidad.
El director ejecutivo de Catholic Charities of the Texas Panhandle, Jeff Gulde, afirma que también están trabajando para hacer frente al posible impacto.
“Entre todos estamos tratando de asegurarnos de que los alimentos sigan estando disponibles en las estanterías, para que la gente pueda seguir teniendo comida en sus mesas y no sienta un impacto tan grande,” afirma Gulde. “La mayor incógnita es cómo serán realmente las cifras en nuestra zona, y estamos haciendo todo lo posible para prepararnos para esa realidad y asegurarnos de que la gente tenga qué comer.”
Ambas organizaciones seguirán trabajando para apoyar a las familias que dependen de SNAP y continuarán distribuyendo alimentos en todo el Panhandle.
Wilson y Gulde afirman que las donaciones de la comunidad y los voluntarios serán fundamentales para ayudar a satisfacer las crecientes necesidades si el cierre continúa.
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