Autoridades penitenciarias de Texas se niegan a liberar a un recluso de una celda en llamas
AMARILLO, Texas (KEYU) - Se han dado a conocer más detalles sobre las circunstancias que rodearon el arresto de dos funcionarios penitenciarios, ahora despedidos, de la Unidad Bill Clements del Departamento de Justicia Criminal de Texas, cerca de Amarillo.
Crystal Janelle West, ex sargento, y William Eugene Romero, ex teniente, fueron sacados de la unidad el domingo y trasladados al Centro de Detención del Condado de Potter esa misma noche.
West está acusada de homicidio involuntario, un delito grave de segundo grado castigado con hasta 20 años de prisión. Su fianza se ha fijado en $200,000 dólares.
Romero está acusado de homicidio por negligencia criminal, un delito grave castigado con hasta 18 meses de prisión. Su fianza se ha fijado en $150,000 dólares.
Hablamos con una fuente anónima del Departamento de Justicia Criminal de Texas que nos proporcionó más detalles sobre el incidente.
El recluso, cuya identidad aún no ha sido revelada, se encontraba en el pabellón de aislamiento, que es una “prisión dentro de la prisión” y se considera el nivel de seguridad más alto.
Según la fuente, un recluso prendió fuego a un colchón dentro de la celda y no obedeció las órdenes de meter las manos en la ventanilla para la bandeja de comida para que le pusieran las esposas, lo que llevó a los funcionarios a llamar a un supervisor.
La ventanilla para la bandeja de comida es una abertura en la puerta de la celda para que las bandejas de comida entren y salgan de la celda.
West evaluó la situación y fue a preguntarle a su teniente, que era Romero, cuáles eran los siguientes pasos a seguir.
La fuente afirma que Romero no quería que se abriera la ventanilla y le ordenó a West que dejara la ventanilla cerrada.
“Dijo que ‘va a permanecer cerrada’”, afirmó la fuente. “No la vamos a abrir. Es un riesgo para la seguridad.”
La fuente añadió que “West regresó una hora más tarde y por sentido común abrio la ventanilla de la bandeja de comida, de la que salía una nube de humo procedente de una celda de 8 x 10.”
West se alejó de nuevo y le dijo a la reclusa que “no lo sacaría de la celda, que no abriría la puerta. Se negó a ayudar de cualquier forma.”
La fuente señala que, cuando West regresó una hora más tarde, el recluso no respondía y no pudieron revivirlo.
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