“Iba a ser alguien importante”: las estudiantes de ENMU que murieron en el accidente en la I-27 se dirigían a un concierto
AMARILLO, Texas (KEYU) - Las dos estudiantes universitarias que fallecieron en un violento choque frontal entre Amarillo y Canyon el 13 de octubre de 2022 estaban siguiendo a su banda favorita en gira.
Analuisa Mendoza y Alicia Bustos eran fans incondicionales de The Wallows, un trío de rock alternativo con melodías eclécticas y letras románticas.
“Eso era lo que esperaban con ilusión...,” dijo Jennifer Mendoza, hermana mayor de Analuisa. “Ganar dinero e ir a sus conciertos.”
Explica que Analuisa y Alicia se graduaron al mismo tiempo de Piedra Vista High School de Farmington.
Analuisa convenció a su amiga para que fuera con ella a la Universidad del Este de Nuevo México. Las dos vivían y trabajaban juntas en Portales, eran inseparables.
“Iban de camino a un concierto,” explica. “Llegaron a Canyon y Rayna las detuvo.”
Esa noche, Alicia conducía y Analuisa iba en el asiento del copiloto. Probablemente escuchaban a The Wallows mientras conducían en la noche.
Su Nissan Sentra 2022 circulaba en dirección norte por la I-27 y se acercaba al paso elevado de la calle McCormick cuando una camioneta Ford F-150 2018 emergió de la oscuridad. La camioneta circulaba en sentido contrario y por su carril.
Los dos vehículos chocaron de frente con una fuerza letal.
El Nissan de las chicas giró hacia atrás y quedó detenidoen el hombro derecho de la carretera, hacia el norte. La camioneta pickup quedó en el carril izquierdo y en el hombro izquierdo, hacia el sureste, y se incendió por el impacto.
Los equipos de emergencia llegaron a tiempo para sacar a la conductora de la camioneta antes de que quedara envuelta en llamas. Los socorristas observaron que la conductora parecía estar ebria y que no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Por el contrario, los dos jóvenes de 21 años fueron hallados muertos en el Nissan. Ambas llevaban puesto el cinturón de seguridad.
La única sobreviviente del accidente y conductora de la camioneta fue Rayna Elizabeth Smith, de 18 años, estudiante de la Universidad West Texas A&M.
“Ella se estrelló contra su auto,” dijo Mendoza. “Acabó con sus vidas ahí mismo.”
Smith fue trasladada al hospital por las lesiones que sufrió en el accidente. En febrero de 2023, un gran jurado del condado Randall la acusó de dos cargos de homicidio involuntario por conducir en estado de ebriedad.
Jennifer Mendoza recuerda con gran detalle los días posteriores a la muerte de su hermana.
“Estaba hablando por teléfono con mi mamá porque no podía dormir y ella me dijo: ‘Oye, me está llamando un número desconocido’, y yo le respondí: ‘¡Contesta!’.’
Mendoza explica que instó a su madre a que colgara y contestara la llamada entrante, basándose en su intuición. En cuestión de segundos, su madre la llamó para darle la noticia de que su hermana había fallecido.
Describe cómo la familia se subió inmediatamente al auto y condujo desde Odessa hasta Canyon.
“La carretera seguía cerrada,” dijo Mendoza. “Llegamos al lugar. Nadie sabía realmente dónde guiarnos. Fuimos a la funeraria, pero no nos dejaron verla... nos hicieron reunirnos con ellos en Walmart.”
En Walmart, la familia preguntó por las pertenencias de Analuisa que aún estaban en el auto. Su padre insistió en recuperar las últimas cosas que su hija había tocado del Nissan accidentado.
“Sus peluches, su laptop y su teléfono...,” Mendoza se queda en silencio.
La policía cedió y los dirigió al depósito de grúas.
Cuando llegaron, les advirtieron que el auto tendría restos de la violencia del choque.
“Tomé fotos del auto y vi la frente de mi hermana en el tablero,” dijo Mendoza con expresión ausente.
“Había sangre. Había sangre por toda la puerta... El cabello de mi hermana... La sangre de Alicia. Por todas partes... No hay forma de explicarlo....”
Mendoza continúa explicando que en los documentos que la policía proporcionó a su familia, se incluía la laptop de Analuisa. Pero en el depósito de grúas, la familia no encontró rastro alguno de la laptop.
“Han pasado tres años,” dijo. “Mi mamá solo lo quería porque mi hermana escribía poemas. Quería leer sus poemas.”
Los papás de Analuisa, José Luis y María Romelia Mendoza, llevan casados 27 años y han criado a sus hijos con sensatez y tradición. José, en particular, se esforzó por inculcar a sus hijos la importancia de tomar buenas decisiones.
“Desde pequeños, mi papá siempre nos inculcó que si íbamos a beber, no condujéramos,” dijo Mendoza. “Lo repetía una y otra vez, y mi hermana y yo nunca pensamos en tomar una decisión tan imprudente... lo entendíamos.”
“Por eso me parece una locura que la mataran de esa manera.”
Analuisa iba a graduarse en la ENMU en diciembre de 2022. Tenía pensado ser policía durante varios años y luego dedicarse a la patología forense.
Planes que Rayna Smith destruyó en esa fría noche de octubre.
Mendoza cuenta que la madre de Alicia quedó destrozada por la muerte de su hija y falleció recientemente.
“Murió de pena.”
En los tres años transcurridos desde la muerte de Analuisa y Alicia, los Mendoza han esperado poder cerrar este capítulo. Un cierre que, según ellos, solo se producirá cuando se dicte una sentencia condenatoria.
La fecha del juicio, inicialmente fijada para el 14 de octubre, se ha aplazado al 8 de diciembre.
Para los Mendoza, el próximo juicio es un recordatorio de quién era realmente Analuisa: una luz brillante que se apagó demasiado pronto.
“Mi hermana no era solo otra estadística más en todo este asunto de la conducción bajo los efectos del alcohol,” afirmó Mendoza con vehemencia. “Iba a ser alguien importante. Iba a ser policía. Luego, forense. Le encantaba esa carrera y fue a la universidad.”
“Iba a graduarse en dos meses. Iba a graduarse.”
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